XXII RALLYE CIUDAD DE VALLADOLID – TROFEO EXCELENTISIMA DIPUTACION

La edición número veintidós del Rallye de Valladolid pasará a la historia como una de las más extrañas pero también una de las más exitosas de su ya larga trayectoria. Tras un paréntesis de un año por la pandemia que nos sigue acuciando, la prueba pucelana volvía con más fuerza que nunca con la intención de disputarse el pasado día 8 de mayo; la denegación del permiso correspondiente por motivos sanitarios supuso un mazazo tremendo en el ánimo de todos pero muy especialmente en el de Escudería Milenio, su organizador, que veía como se caía, con tres días escasos de antelación, una prueba que prometía emociones fuertes, con una inscripción que hubo de cerrarse al llegar al límite de los sesenta participantes. La escasez de prueba en un contexto tan complicado como el que vivimos y la puntuabilidad para los campeonatos de Castilla y León y de Madrid despertó un interés inusitado por el rallye pucelano. Pero Escudería Milenio reaccionó con rapidez y preparó de nuevo todo para el 12 de junio. Esta vez sí, los permisos llegaron y se pudo celebrar una carrera que perdió parte de la participación prevista para el primer intento, este mes de junio había más competencia de pruebas en las provincias limítrofes, pero que contó con nada más y nada menos que cuarenta y dos equipos participantes, lo que coloca esta edición entre las más seguidas de estas más de dos décadas del rallye pucelano.

Con el recorrido habitual de las últimas ediciones y el estreno del parque de asistencia en la localidad de Valoria la Buena, se ponía en marcha el rallye a las diez de la mañana desde la Acera de Recoletos de la capital vallisoletana. Por delante, más de 70 km. cronometrados que debían coronar a un único vencedor. Y desde el principio se vio que el madrileño Dani Marbán, con su copiloto Alberto Chamorro a bordo de un Ford Fiesta R5 Mk2, venía dispuesto a repetir la victoria que ya lograra en 2009. Autor de la mayoría de mejores tiempos en los tramos, cimentó desde el comienzo una cómoda ventaja sobre el vallisoletano y plurivencedor del rallye de casa Juan José Abia, autor aun así de una destacable carrera con su Skoda Fabia R5 y la inestimable ayuda de Alfredo Álvarez con las notas. Peor suerte corrió otro de los focos de atención de la prueba, José Marbán, a la sazón progenitor del vencedor, que se vio obligado al abandono tras volcar su Ford en el segundo tramo, la primera pasada por Valle-Soto. No mucho más duró Jesús García, quien dañó en un toque con un guardarraíl uno de los radiadores de su potente Porsche 911 GT3.

Decidido casi desde el principio el ganador absoluto, el polo de interés se trasladó a la última posición del podio, con dos protagonistas que se han convertido en presencias más que fieles al Rallye Ciudad de Valladolid, el burgalés Mariano Colina, con Iván Bajo como copiloto y su habitual Mitsubishi Evo IX como montura por un lado, y Álvaro Méndez, del Team Cubillas de Santa Marta, con su no menos clásico BMW M3 y la presencia de Héctor Vicente en el asiento de la derecha. Tras alternarse las posiciones durante toda la jornada fue el de Burgos el que se llevó el gato al agua con más de medio minuto de ventaja sobre el vallisoletano.

Destacar la vuelta a la competición activa de otro equipo de casa, el de los hermanos Martín Díaz, José Antonio y Francisco Javier, que cerraron el top diez de la carrera con su Mitsubishi Grupo N.

Todo esto y mucho más dio de si este Rallye Ciudad de Valladolid-Trofeo Excelentísima Diputación que pasará a la historia por muchos motivos, casi todos positivos y que contó con una destacable presencia de público que, con su exquisito comportamiento, demostró que los rallyes son una actividad plenamente segura en todos los sentidos.

La prueba se cerró con una entrega de trofeos más modesta que en otras ocasiones, la prueba apenas se publicitó por los cauces habituales para evitar aglomeraciones peligrosas, en la que no podía faltar, por desgracia, un recuerdo para el piloto gallego Víctor Magariños, vencedor de la tercera edición del Rallye de Valladolid en 2002, fallecido en accidente de tráfico en Pontevedra coincidiendo con la disputa de nuestra prueba.

Crónica de Jose Manuel Sánchez Plaza

Fotografías de Jose Manuel Sánchez Plaza y CARSINSHOTS

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